inquietos
que cortan el viento con su filo de un costado
secan el agua, la convierten en más vapor que sobra aquí
por un respiro creemos estar a salvo
pero no tardó ni segundos para que el suelo se comenzara a mover
una luz más, de nuevo, nunca.
Alegas por gritos internos
esos que sólo tú escuchas en el fondo del centro de tu pecho
Juro temer, juras estar quieto
cuando estás conmigo, cuando estoy contigo
cuando estoy, estamos, con todo el resto
sólo ya atravesamos el rió, no hay más que sumar ahora. . .
porque el agua está seca
es más aire en la asfixia
