
Y ahora están,
esperando. . .
mirando las luces desde lo alto
con dedos que se entrelazan
y con silencios ruidosos
en que todos están invitados,
pero el resto está afuera
donde nada pesa más que el viento,
las sacudidas son parte del interior
y que no da temor optar por el camino más largo
Un instante detenido
para encuadrar
aquello que por primera vez
dejó de temblar. . .